Del
mismo dolor vendrá un nuevo amanecer.
G.
Cerati
¿Realmente funciona evitar hablar de abandono?
Sé que este es un tema que causa controversia cuando se habla de adopción;
en muchas ocasiones he escuchado a madres y padres formados por medio de la
adopción, tocar el tema del abandono de una manera, nerviosa, con miedo, con su
hija o hijo. Pues como la mayoría sabemos, abandonar, definitivamente no es un
acto de amor; abandonar: es dejar, descuidar, desamparar.
Como hija por medio de la adopción, puedo decir mi sentir al respecto, sé
que muchas personas que hemos sido adoptadas coincidimos en nuestras emociones,
sin embargo sé también que debe haber muchos casos en los que tal vez la
experiencia fue diferente.
Cuando supe que en realidad la familia con la que crecí, no fue mi familia
biológica, inevitablemente me sentí abandonada
(como lo he expresado antes), en ese momento era una mujer adulta, aún así me
sentí desamparada. Me sentí terrible pues la o las personas que me dieron la
vida “no me quisieron” las personas que a “todos los demás siempre quieren” a
mí no…, a mí esos padres me abandonaron. ¿Pueden sentir el poder de esa
palabra?, ¿pueden sentir el significado de esa palabra tan fuerte? Todo eso me
genero muchas emociones y todas ellas negativas.
Si en alguna ocasión el niño o niña adoptada manifiesta en palabras lo que
siente. Si ese niño o niña expresa lo que realmente piensa, y tiene la
confianza y/o valor, o tal vez la suficiente tristeza o coraje, como para
preguntarle a algún adulto o sus padres:
— ¿Por qué mi madre me abandono?, ¿Por qué mis padres me desampararon de
esa manera?
Es en mi opinión una oportunidad de oro para ayudar a ese niño, a percibir
su historia de origen y de abandono de una manera mucho mejor, de una manera
asertiva; sin embargo, pareciera que ese momento para muchos adultos es terrible,
parece que la palabra abandono fuera algo que jamás nadie debiera mencionar y
mucho menos en su propia historia, y todavía más grave que lo diga una niña, un
niño.
En ese momento muchas personas sino es que la mayoría contestan:
—No hijo, tu mami no te abandono.
Y después de esta primera oración me permito reflexionar….
¿Qué está escuchando ese niño?, ¿cuál es el mensaje que ese niño recibe?, ¿qué
le está queriendo decir su mamá? Me pregunto que pensara ese niño o niña al
escuchar que lo que él vivió y lo que él siente no sucedió.
·
¿Qué
lo que está sintiendo no es cierto?
·
¿Qué
si su mamá no lo abandono?… ¿Entonces qué paso?
·
¿Que
está muy equivocado? ¿Qué está en un terrible error?
·
Tal
vez se pregunta así mismo: ¿Por qué mamá se preocupa tanto con mi pregunta?
·
¿Acaso
eso que me paso es tan malo?, que mamá se pone tan nerviosa y me da razones que no me
convencen.
Y tal vez el niño decide que lo mejor es no preguntar, porque se crea un
mal momento puesto que su mamá o papá, se ponen mal y empiezan a decir cosas
que no vienen al caso, incluso muchas de las veces sin sentido.
Lo he pensado mucho y he llegado a la conclusión que la mayoría contesta a
esa pregunta normalmente creando argumentos para evitar el dolor, argumentos
para endulzar una dolorosa situación, (como si se pudiera). Esto en realidad
resulta ser “mentiras piadosas”, para que no le duela a alguien que fue
abandonado, el desamparo que sufrió.
Quiero dejar claro que entiendo perfectamente que son argumentos que vienen
del amor que se le tiene al niño o niña, solo que desgraciadamente están
totalmente alejados de un conocimiento real y adecuado para el manejo de una
historia de abandono, una historia de separación. Estos argumentos fuera de
ayudar, incrementan el desasosiego en el infante.
¿Qué puede hacer un papá o una mamá por medio de la adopción, cuando esta
pregunta llega?
-
Aceptar
y reconocer que su hijo tuvo un comienzo difícil en la vida y que eso
inevitablemente, le va a lastimar.
-
Recordar
que el dolor es parte de la vida, y si hablamos con la verdad en la mano, va a
ser imposible evitarle el dolor a nuestros hijos durante sus vidas.
-
Saber
que el dolor y las experiencias difíciles y duras de la vida, si se pueden
superar; el dolor se puede superar. Saber que esto puede ser un proceso que
toma su tiempo y tiene sus etapas; confiar, saber que el niño y niña tienen
todo dentro de sí mismos para encontrar soluciones dentro de su propia experiencia,
y así “reparar” su historia, subsanar su camino.
Esto es simplemente mi opinión, lo
mejor que puede hacer un padre o madre por medio de la adopción, es hablar con
la verdad, aprender y por qué no, incluso hasta buscar ayuda para hacerlo de la
mejor manera, con esto quiero decir respetando la edad, emociones, sentimientos
de los niños y de las niñas que tuvieron un comienzo difícil en sus vidas.
Mónica Castañeda Urrutia.
Gracias al Sr. Fernando Lagos, escritor por su aportación y edición en mis escritos : )
Tomo buena nota de tu opinión. Gracias
ResponderEliminarGracias a ti por leer, Isabel.
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