El tiempo que me pase odiándola y rechazándola ha terminado,
llego el momento en que todo se ha conciliado, lo entendí, deje de sufrir, de lamentar, de llorar. Debo
decir que fue un proceso difícil, en el que afortunadamente tuve apoyo
profesional, el cual irrefutablemente me ayudo a superar todo lo que no me
dejaba estar plena.
Ella…, es la mujer que me dio la vida…, no la puedo llamar
madre…, para mí esa palabra es muy especial, esa palabra para mí
significa: dedicación, trabajo, y esfuerzo día a día; ¡esa palabra solo se la
puedo decir a mi mamá! Que quizá no fue una mamá perfecta, pero ¿quién lo es en
realidad? Aun así, ella fue la que estuvo conmigo, pasamos la vida juntas,
hasta que ella se fue.
Alguna vez platicando con una persona que también es
adoptada, me dijo: -¡Para mí una madre es la mujer que te da la vida!, y pensé:
está bien, pero el solo hecho de dar la vida no es suficiente, y eso es una
gran verdad. Para que un bebe pueda seguir con vida, debe ser cuidado y
protegido por al menos una persona día con día, quien mejor que la persona que
le dio la vida podrían pensar muchos, sin esos cuidados sería imposible que ese
bebe sobreviviera, por lo tanto que en el caso de la adopción en mi punto de
vista, somos personas con dos mamás, en lo personal no tiene sentido llamar
madre a la persona que me dio la vida, por lo que ya exprese anteriormente; por
eso cuando me refiero a ella la llamo
progenitora.
Por muchos años no pude considerar tener contacto con ella,
pues me sentía terrible al pensar que cuando mamá murió ella aparecía así de
repente, por mucho tiempo no pude concebir esa pensamiento, sin embargo las
circunstancias se dieron y ella y yo volvimos a encontrarnos.
Al día de hoy, yo describiría nuestra relación como algo
“cordial y distante”, ella vive en otra ciudad, tiene su vida y su
familia, yo por mi parte mi propia
familia, aún con tanta tecnología solo hablamos muy de vez en cuando,
compartimos alguna que otra fotografía, ella siempre quiere darme palabras
amables y me dice que me ama, que siempre me ha amado y que siempre le pide a
Dios lo mejor para mi…, y he de decirles
que eso me conforta.
La verdad es que siento amor hacia la mujer que me dio la
vida, porque ese acontecimiento simplemente
ocurrió; estoy segura, que al quedar embarazada de mí, sufrió por muchas
razones que la llevaron a decidir darme
en adopción.
He de decir que el tema de la lealtad hacia mis papás fue el
más difícil de superar, pues tarde tiempo en sentirme del todo cómoda hablando
con ella, cuando MIS PADRES ya no estaban a mi lado, me costó bastante trabajo
acostumbrarme a convivir con mi progenitora, aunque fuera por cortas
temporadas, hasta que al fin de cuentas, me encontré hablando con ella de
nuestras vidas, en una manera agradable, incluso llegue a sorprenderme de mi
capacidad de adaptación. Es una mujer que piensa en mí, que quiere que yo esté
bien, pone atención a lo que le digo y procura dentro de lo posible orientarme,
cuidarme y apoyarme. Ella vive su vida y yo también la mía, y creo que así todo
marcha bien.
Si me preguntasen ¿qué
es ella para mí?
Respondería: “Es la
mujer que me dio la vida”
Mónica Castañeda U.
De nuevo gracias Mónica por compartir tu historia. ¡Me peregunto tantas veces cómo será en mi hija este proceso! Y , claro está, me pregunto cómo puedo yo ayudarla, si debo hacerlo. Mi hija de origen chino hablaba mucho de su madre biologica y desde hace tres años (ahora tiene 11) enmudeció. No saca para nada el tema. Y cómo la he visto sufrir tanto, me da pudor el preguntarle y me da miedo hacerle daño o despertar el dolor dormido. Si hubieras conocido desde pequeña que eras sadoptada tu proceso hasta la luz que has logrado ahora ¿crees que hubiera sido muy diferente?
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Isabel, he pensado en muchas ocasiones esto que me preguntas y estoy segura de que hubiera sido muy diferente, creo que me hubiera dolido mucho saber la verdad aunque arreglar y superar ese dolor es mucho más facil cuando se tiene el apoyo de la familia : )
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