A
menudo escucho parejas los cuales recién se han convertido en padres
(biológicos o adoptivos) diciendo: -“nadie nos enseñó a ser
papás”. La mayoría de las personas piensan eso, sin embargo, si
reflexionamos el tema podemos llegar a la conclusión que en
realidad si se nos enseña a ser papás.
Nuestros
padres, adoptivos o biológicos, son los que nos instruyen a ser
padres y lo hacen a lo largo de toda nuestra vida, especialmente
durante los primeros años, desde que nacemos, en la infancia que es
cuando convivimos con ellos mucho más tiempo y de donde tomamos las
primeras ideas concretas de quienes somos y aprendemos lo que en un
futuro será la ruta a seguir cuando seamos padres.
De
esta forma cuando llega el momento y nos convertimos en padres, la
primera referencia que tomamos para nuestro nuevo rol es lo que
aprendimos de ellos. La forma en que nos trataron y su ejemplo,
incluso influye más que sus palabras.
Por
supuesto que en el camino decidiremos conservar algunas actitudes de
las que estamos convencidos fueron positivas en nuestro desarrollo,
al mismo tiempo eliminaremos otras que tal vez nos hirieron o hasta
hicieron daño, para así lograr evitarlas en el futuro, esto es
parte fundamental del aprendizaje. Es muy cierto también que en
algunos casos, aprendemos de nuestros padres lo que no queremos ser o
tener en la vida. Aun así siempre quedan algunas actitudes y/o
formas de ser o reaccionar que aprendimos de ellos teniéndolas a un
nivel inconsciente, que serán más difíciles de identificar y por
lo tanto difíciles de cambiar.
Los
expertos coinciden en que las relaciones que formamos con nuestros
padres son lazos de apego que construimos al inicio de nuestra
existencia, son guías a seguir de por vida para relacionarnos, estar
conscientes emocional e intelectualmente, desarrollar nuestras
interacciones sociales y aceptarnos a nosotros mismos.
Entonces,
podemos decir que las relaciones que formamos con nuestros padres son
únicas y vitales.
Tomar
todo esto en cuenta a la hora de empezar a educar y criar a un hijo
por medio de la adopción es una de esas circunstancias especiales
que se deben de tomar en cuenta en todas las familias formadas por
medio de la adopción.
¿Cuál
es nuestro estilo de educar y criar a nuestro hijo o hija por medio
de la adopción?
¿Lo
que hago para marcar límites y poner reglas tiene en consideración
que mi hijo o hija tuvo experiencias muy difíciles a muy temprana
edad?
¿Estoy
tomando en cuenta que mi hijo/a sufrió abandono y/o paso por un proceso de
institucionalización en el que sus necesidades individuales no se
tomaban en cuenta muy probablemente desde que nació o en el orfanato o
casa hogar?
Los expertos lo dicen, los
bebes y los niños pueden formar lazos de apego independientemente de
que tengan padres abusivos o negligentes, los niños aprenden a
relacionarse de esta forma, pero ¿Qué es precisamente lo que
aprenden? Aprenden a desconfiar, a esperar que los lastimen, a ser
ignorados y a carecer de los cuidados mínimos básicos que se le dan
a un hijo. Algunos expertos mencionan que es casi una regla que los
niños mayores cuando son adoptados se van a relacionar con sus papás
adoptivos en muy buena medida de la misma forma que ellos se
relacionaron con su padres biológicos así como en un orfanato o
casa hogar.
Con
la adopción es normal que ellos comiencen a re-aprender una nueva
manera de relacionarse con sus papás adoptivos, en este momento es
crucial y de vital importancia entender que en la adopción de niños
mayores este proceso va a tomar algo más de tiempo, pues los niños
tienen una madurez emocional menor a la que se pudiera esperar
a su edad, los papás adoptivos necesitan entenderlo y dedicar buena
parte de tiempo en actividades que les ayuden a formar lazos de apego
nuevos, fuertes, sólidos y llenos de amor; construir relaciones
nuevas con sus papás adoptivos puede ser una tarea ardua que
normalmente o idealmente requiere de ayuda profesional, sobre todo si
en la historia del niño hay abandono, abuso, maltrato, descuido o en
peor de los escenarios todas las anteriores.
En
especial es muy importante que los padres de un niño adoptado al nacer o mayor
comprendan que es completamente normal que su hijo/a tenga que trabajar las
emociones y situaciones que a tan temprana edad vivió, y que puede ser un
proceso temporal o por etapas, pues solo así podrá disfrutar de
estabilidad y felicidad en la vida, tu compañía y apoyo en este
proceso beneficiara a toda la familia.
Mónica
Castañeda U
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