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miércoles, 22 de mayo de 2013

Nadie nos enseña a ser papás


A menudo escucho parejas los cuales recién se han convertido en padres (biológicos o adoptivos) diciendo: -“nadie nos enseñó a ser papás”. La mayoría de las personas piensan eso, sin embargo, si reflexionamos el tema podemos llegar a la conclusión que en realidad si se nos enseña a ser papás.

Nuestros padres, adoptivos o biológicos, son los que nos instruyen a ser padres y lo hacen a lo largo de toda nuestra vida, especialmente durante los primeros años, desde que nacemos, en la infancia que es cuando convivimos con ellos mucho más tiempo y de donde tomamos las primeras ideas concretas de quienes somos y aprendemos lo que en un futuro será la ruta a seguir cuando seamos padres.

De esta forma cuando llega el momento y nos convertimos en padres, la primera referencia que tomamos para nuestro nuevo rol es lo que aprendimos de ellos. La forma en que nos trataron y su ejemplo, incluso influye más que sus palabras.

Por supuesto que en el camino decidiremos conservar algunas actitudes de las que estamos convencidos fueron positivas en nuestro desarrollo, al mismo tiempo eliminaremos otras que tal vez nos hirieron o hasta hicieron daño, para así lograr evitarlas en el futuro, esto es parte fundamental del aprendizaje. Es muy cierto también que en algunos casos, aprendemos de nuestros padres lo que no queremos ser o tener en la vida. Aun así siempre quedan algunas actitudes y/o formas de ser o reaccionar que aprendimos de ellos teniéndolas a un nivel inconsciente, que serán más difíciles de identificar y por lo tanto difíciles de cambiar.

Los expertos coinciden en que las relaciones que formamos con nuestros padres son lazos de apego que construimos al inicio de nuestra existencia, son guías a seguir de por vida para relacionarnos, estar conscientes emocional e intelectualmente, desarrollar nuestras interacciones sociales y aceptarnos a nosotros mismos.

Entonces, podemos decir que las relaciones que formamos con nuestros padres son únicas y vitales.

Tomar todo esto en cuenta a la hora de empezar a educar y criar a un hijo por medio de la adopción es una de esas circunstancias especiales que se deben de tomar en cuenta en todas las familias formadas por medio de la adopción.

¿Cuál es nuestro estilo de educar y criar a nuestro hijo o hija por medio de la adopción?

¿Lo que hago para marcar límites y poner reglas tiene en consideración que mi hijo o hija tuvo experiencias muy difíciles a muy temprana edad?

¿Estoy tomando en cuenta que mi hijo/a sufrió abandono y/o paso por un proceso de institucionalización en el que sus necesidades individuales no se tomaban en cuenta muy probablemente desde que nació o en el orfanato o casa hogar?

Los expertos lo dicen, los bebes y los niños pueden formar lazos de apego independientemente de que tengan padres abusivos o negligentes, los niños aprenden a relacionarse de esta forma, pero ¿Qué es precisamente lo que aprenden? Aprenden a desconfiar, a esperar que los lastimen, a ser ignorados y a carecer de los cuidados mínimos básicos que se le dan a un hijo. Algunos expertos mencionan que es casi una regla que los niños mayores cuando son adoptados se van a relacionar con sus papás adoptivos en muy buena medida de la misma forma que ellos se relacionaron con su padres biológicos así como en un orfanato o casa hogar.

Con la adopción es normal que ellos comiencen a re-aprender una nueva manera de relacionarse con sus papás adoptivos, en este momento es crucial y de vital importancia entender que en la adopción de niños mayores este proceso va a tomar algo más de tiempo, pues los niños tienen una madurez emocional menor a la que se pudiera esperar a su edad, los papás adoptivos necesitan entenderlo y dedicar buena parte de tiempo en actividades que les ayuden a formar lazos de apego nuevos, fuertes, sólidos y llenos de amor; construir relaciones nuevas con sus papás adoptivos puede ser una tarea ardua que normalmente o idealmente requiere de ayuda profesional, sobre todo si en la historia del niño hay abandono, abuso, maltrato, descuido o en peor de los escenarios todas las anteriores.

En especial es muy importante que los padres de un niño adoptado al nacer o  mayor comprendan que es completamente normal que su hijo/a tenga que trabajar las emociones y situaciones que a tan temprana edad vivió, y que puede ser un proceso temporal o por etapas, pues solo así podrá disfrutar de estabilidad y felicidad en la vida, tu compañía y apoyo en este proceso beneficiara a toda la familia.

Mónica Castañeda U

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