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miércoles, 22 de enero de 2014

Mi progenitora y mi mamá


Tal vez se pregunten por que escribo “Mi progenitora y mi mamá”, lo hago de esa manera, pues ese fue el orden en que las conocí.
Como antes ya lo he compartido en el blog, fue triste y difícil vivir tanto tiempo sin hablar con sinceridad acerca de mi llegada a la familia; esta vivencia personal es lo que me impulsa a trabajar en pro de la adopción, sin embargo lo que más me motiva a continuar es el gran amor, cariño, y apoyo, que recibí de mi papás, día con día.
Ahora soy una mujer adulta, que fue adoptada al nacer y debo decir, que hasta el momento no he publicado nada acerca de mi mamá, he hablado de mi progenitora, más no de mi mamá, pues es un tema que merece todo mi respeto y amor, tuve que enfrentar situaciones confusas mientras crecía y muchas de esas situaciones se dieron con ella.
Me alentó dar este paso, el saber que hay mamás y futuras madres por medio de la adopción que leen lo que escribo, espero que mi historia, que fue difícil de superar para mí, aporte algo a estas familias y les motive a reflexionar en sus más profundos pensamientos, pues estos se expresan por medio de sus actitudes, gestos y/o expresiones y hasta tonos de voz, reflexionar sobre sus miedos, el manejo de la verdad y su manera de coexistir con la familia que formaron o formaran por medio de la adopción.


Parte 1
Mi progenitora; he de llamarla de ese modo, puesto que ella fue quien me dio la vida....
Los que han leído mi historia saben que mi adopción fue, por decirlo de alguna manera, algo “familiar”, y brevemente lo vuelvo a exponer.
Ricardo y Blanca, (mis padres) eran ya una pareja madura, la cual no había podido tener hijos biológicos, estoy hablando de los años sesenta. Tiempo más tarde, una de las sobrinas de Blanca queda embarazada siendo aún adolescente, su mamá, es decir mi abuela biológica decidió respetar la vida de esa bebe que venía en camino, además hizo cualquier cosa para que esta situación no saliera a la luz, y no fuera una noticia que cualquiera se enterara, incluido su esposo, quien viajaba mucho por cuestiones de trabajo. Así es como mi abuela biológica resuelve discutir el asunto con su hermana Blanca, que no había podido tener familia; le ofrece a esta criatura en adopción, la respuesta fue un si inmediato. La madre adolescente, confundida e incapaz de tomar alguna decisión por sí misma, viaja con su novio desde ciudad de México a una ciudad del norte del país, donde en ese tiempo vivían mis papás, dio a luz a una bebe sana y hermosa (¡Perdonaran la vanidad!) o sea a mí, dejándome a cargo con esa pareja, estable, amorosa, y deseosa de tener hijos.
A partir de ese momento ellos decidieron ocultar a todos incluida yo, mi verdadero origen, decidieron nunca hablar con la verdad, el cómo llegue a la familia, estoy segura que tuvieron muy buenas razones o miedos para hacerlo así, también estoy segura que eso impidió que realmente valorara y disfrutara plenamente la vida a su lado, aun así para mí, ellos fueron los mejores padres.

Mónica Castañeda U.