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viernes, 22 de marzo de 2013

Mi "papá" biológico


Final

Aquellos días de tanta confusión platicaba con una amiga de lo que me estaba sucediendo, le hablaba del miedo que me daba encontrarme con “mi padre biológico”, y a la vez de la gran curiosidad que sentía por conocerlo; mi amiga me sugirió citarlo en un restaurante donde ella aguardaría en una mesa cercana para hacerme sentir acompañada, me pareció una buena idea, así que se lo dije a la señora que estaba preparando el encuentro con él y lo cito en el restaurante previamente convenido por ambas.

Llegue al lugar acordado sintiéndome nerviosa también mi curiosidad aumentaba, quería ver su cara, saber cómo era físicamente, así que decidí no pensar...... La primera en llegar fui yo, pocos minutos después apareció él. Lo vi, de un segundo a otro estaba ahí, junto a mí, se acercó y me pregunto -¿Tu eres Mónica? voltee y vi su cara totalmente desconocida, extraña, digamos nada familiar, conteste que si, y dijo: - En cualquier lugar en que te hubiera visto te reconocería de inmediato puesto que eres muy parecida a tu madre, quizás un poco más alta pero idéntica.

Se sentó y empezamos a hablar, primero que nada me pregunto por la familia de “mi madre biológica” especialmente por el papá de ella, - ¿Y cómo está el General? El General era aquel que yo recordaba como padrino (pues me bautizo) un señor que siempre fue muy amable conmigo, la verdad me extraño su pregunta, le conté: - desgraciadamente el murió hace ya varios años. Y dijo: - Lo lamento mucho, a partir de ahí empezó a contarme su historia, indicó:
- Recuerdo que el General se enteró tiempo después de que todo pasó que su hija tuvo una bebe y la dio en adopción, entonces fue a buscarme y me dijo: - Te vengo a matar, yo salí corriendo pero me alcanzo una bala en la rodilla y agrego: Y no lo culpo, la verdad es que él tenía la razón, yo hubiera hecho lo mismo.

Me sentía tan extraña hablando de cosas tan importantes de mi vida con un perfecto desconocido; también me dijo que sentía mucho que mis papás hubieran muerto recientemente, recordaba que eran muy buenas personas, especialmente mi papá que hasta le hizo un regalo cuando él y “mi mamá biológica” fueron a entregarme. Me di cuenta que su tono de voz cambiaba al hablarme de lo inmaduro e inconsciente que el había sido, me expresó que él quería que supiera que nací del amor, ya que él estaba muy enamorado de ella, pero que mantenían una relación que estaba escalando para mal, y de haber continuado juntos hubieran terminado matándose. La verdad es que me gusto saber el hecho de que él estaba enamorado en el tiempo que empecé a existir, siguió hablando...
Con la voz quebrada me pidió perdón, vi lágrimas en sus ojos, me dijo que sabía que lo que había hecho estuvo mal, pero que no pudo hacer nada más, ya que en ese tiempo no tenía trabajo, cursaba la universidad, dependía de sus padres, en fin no tuvo otra opción más que dar a esa bebe en adopción.
Fue un momento fuerte para mí también y le dije:
-Quiero que sepas que yo vivi muy bien, tuve unos papás maravillosos y estoy muy bien.

Me dijo que pocos años después de que yo nací se casó y su pareja sabia de mi existencia, que tenía tres hijos y que ellos no sabían nada del asunto guardado en su pasado, yo; el quería decirles la verdad de su historia, pero no sabía cómo hacerlo. Entonces fui honesta con él y le dije:
- En realidad yo lo que tenía era mucha curiosidad de saber cómo eres físicamente, y ahora lo sé, yo tengo a mis hijos y estamos muy bien, no necesito nada, tu sigue tu vida y yo la mía, todo va a seguir muy bien.

El insistió en hablar con su familia del tema, pero aun no lograba concebir el momento oportuno para revelarlo. Intercambiamos teléfonos, nos despedimos cordialmente, al final cada quien partió de lugar por caminos opuestos.
Cuando salí del restaurante me embargo un sentimiento algo especial por llamarlo de un modo, y pensé cómo es posible que ese señor al que acabo de despedir segundos atrás sea “mi papá” ese señor con un rostro tan extraño como cualquier otro, tan diferente como cualquier desconocido, como las personas que te topas en la calle sin saber siquiera su nombre. Fue amable conmigo mientras estuvimos charlando, más no tengo la capacidad de considerarlo como a un papá mucho menos de quererlo con tal! La vida sigue y punto, mi curiosidad ya está satisfecha, y además no me parezco en nada a él, tal vez fue un pensamiento frío pero así fue.

 A la mañana siguiente sonó el teléfono temprano, era él. Me dijo que acababa de hablar con su familia acerca de mi existencia, que lo habían tomado de la mejor manera, que querían conocerme incluso ese mismo día me invitaban a comer a su casa. La verdad es que me sorprendí mucho así que termine por aceptar, me dio su dirección, esa misma tarde acompañada de mis hijos llegamos a su domicilio. Nos recibió en la puerta aquel chico que era mi alumno con la misma sonrisa que la primera que lo conocí, pero en esta ocasión con dejos de desconcierto y agrado sincero a la vez; después conocí a su esposa, una señora con un semblante agradable que al cruzar la puerta dijo: - Realmente siempre espere este momento, con una amplia sonrisa de por medio, a cada segundo que transcurría me sentía más y más extraña, me presento a sus dos hijos, el mayor un varón y la siguiente una chica, ambos mucho más reservados, debo decir que la comida estuvo muy bien, todo agradable, nos conocimos y todo siguió. Pensé  “he caminado tantas veces por donde el vivía sin ni siquiera tener la más mínima idea de todo lo que ese lugar guardaba acerca de mi origen”, también el lugar está cercano por donde estudie la preparatoria, que ironías de la vida.
Seguimos en contacto, hubo quizás dos o tres ocasiones en las que le escuche decir: - ¡Yo soy tu papá. Recuerdo que sentí terrible de escucharlo decir esas palabras, era como si él 30 años después quisiera imponerse ante mí, solo que yo no podía ni por un segundo considerarlo a él de esa manera, esto provoco que nos distanciáramos poco a poco, puesto que yo ya tenía una vida hecha, yo tuve un papá maravilloso y no era él, esa fue mi vida y esto que sucedía no la va a cambiar; le propuse un par de veces que tuviéramos contacto de vez en cuando, yo prefería vernos y charlar en un café, conversar y saber de nuestras vidas, no fue posible. También me di cuenta de que él tenía problemas con sus hijos al respecto, especialmente con su hija, hasta que llego el día en que tuvo que cancelar el compromiso que teníamos indicando que se le habían presentado algunos problemas y quedo en regresar la llamada, yo lo tome bien, pensé que un contratiempo cualquiera lo podía tener. Nunca volvió a llamar.
Me sentí desconcertada y quise aclarar la situación, no logre hacerlo, marque un par de veces a su casa y no lo encontré, así que no insistí más, dejamos de hablar y dejamos de vernos. Parece que él no pudo conmigo cuando nací, y tampoco pudo 30 años después, el contexto en él siguió igual.

Él me heredo su genética, más no somos nada parecidos, tuvo la oportunidad de hacer las cosas de una manera agradable o al menos aceptable, no pudo, o no supo, sé que lo intento, solo que no hay nada en él para mí, en realidad no sé qué pasa por su mente, no imagino cómo es su vida, le agradezco las atenciones que por unos meses tuvo conmigo y con mis hijos, más no puedo sentir nada más hacia él.

En realidad es y seguiría siendo un perfecto extraño en mi vida.

Mónica Castañeda U.




2 comentarios:

  1. muchas felicidades por el blog,me encanta y es verdad un papa con todas las letras es alguien que te da amor desde que naces,que te cuida cuando enfermas y no solo que te engendra,mi papa falleció hace muy poco 2 meses para ser exacta y no se si seas creyente o no,pero se muy bien que en el cielo nos cuidan nuestros queridos viejos.

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  2. Hola Michelle

    Me gusto mucho como lo dijiste, nuestros queridos viejos, Yo también se que en donde quiera que ellos estén nos cuidan : )

    Muchas gracias por tus palabras!

    Un gran abrazo!

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