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sábado, 24 de octubre de 2009

Una mejor oportunidad

Homenaje a mis padres

Mis papás, una pareja unida con mucho amor y respeto. En la casa armonía día a día, la mayor parte del tiempo; caras alegres, risas, palabras de cariño o ánimo cuando necesario, mucha convivencia familiar, ellos dos y yo siempre juntos de la mejor manera. Trabajo, responsabilidad, esfuerzo y honestidad fueron parte de este ejemplo diario.

Tuvimos la posibilidad de disfrutar tiempo de calidad juntos; platicar, reír, ver televisión, él, aficionadísimo a algunos programas, uno de ellos, “Los Intocables”, me platicaba todas las historias y su opinión personal al respecto, muy entretenido, muy interesante; ocasionalmente salíamos de vacaciones a visitar a la familia, una vez al año, tal vez, y por una semana, rápido quizá, aunque había familia, los amigos en la ciudades de donde ellos fueron muy lindos, todo siempre muy agradable, muy bueno.

De mi infancia recuerdo algunos momentos que dejaron mucho impacto en mí. Uno de ellos es cuando cumplí 7 años; mis cumpleaños siempre fueron muy especiales, en este, mi Mamá se lució, la mesa hermosa con un pastel maravilloso y todo hacía juego; los platos, los vasos; muchos colores, ¡genial! La gelatina deliciosa y pastelitos para todos y por supuesto, muchos regalos. Mi Mamá me compró un vestido, yo estrenando de pies a cabeza, me peinó, fue a tomarme una foto de un póster, que a mí no me gustó tanto, y bueno al final es un recuerdo muy grato, lleno de felicidad, con Mamá muy emocionada. Recuerdo en especial ese día porque sin motivo aparente, volteé a ver a mi Mamá, miré su vientre, su estómago, y pensé; yo de ahí no salí y recuerdo perfecto ese pensamiento y lo que sentí, cómo tener un pensamiento tan feo cuando todo esta tan bonito?, tan divertido, algunas veces llegaban esos pensamientos, en pocas ocasiones, pero si llegaban.

Otro momento de la infancia que siempre fue muy bonito, de mis mejores recuerdos, Las Navidades ! , cada navidad era una maravilla; el árbol, los postres, la comida, el ponche delicioso y ¡muchos regalos! Mi Papá siempre conmigo, siempre tan buena onda, dispuesto y positivo, una navidad en especial llego mi bici, ¡que bárbaro! La bicicleta fue un gran descubrimiento para mí. Papá y yo tuvimos varias tardes de mucha risa mientras que yo aprendía, él por supuesto, alegre y con toda la disposición, después de llegar de trabajar, me llevaba al parque a practicar, aunque hasta el patio o la banqueta eran buenos para aprender, cada día que pasaba me sentía muy feliz, aunque…. también sentía que algo estaba mal y eso me desesperaba, ¡no sabía lo que era!, una ocasión íbamos en el carro; los volteé a ver y pensé – yo no soy su hija?, les preguntaré? – Y en el momento me respondí, “no como crees, nunca les voy a decir eso, los haría sentir súper mal”.

Cuando llegué a la adolescencia, nuestra vida familiar siempre había sido tranquila, muy a gusto, muy buena, aunque constantemente pensaba que algo no encajaba, me acuerdo que tenía yo tantas ganas de ir a ver bebés recién nacidos a hospitales, que me salía a veces de la preparatoria, y me iba al Hospital Santa María Chapalita, me quedaba fascinada viéndolos y pensaba, “que ganas de abrazar a ese bebé y cuidarlo” y de nuevo me preguntaba, “¿qué te pasa Mónica?” no sabía porque pensaba en eso; al mismo tiempo me daba coraje y me sorprendía a mí misma, aunque yo sabía que tenía muchas ganas de un bebé.

Después de mi fiesta de 15 años; que gracias a Dios no fue una fiesta con vestido y cadetes como quería mi madre; en la noche yo empecé a llorar muchísimo porque aún no había tenido un bebé, recuerdo claramente que a mis 15 años pensé; “yo no soy hija de mis Papás y no les voy a preguntar nada, sería lo peor que yo podría hacer, entonces… ¿de quien soy hija? A mi Papá no me parezco y a nadie de su familia, ni poquito. A mi Mamá no me parezco aunque a su hermana sí, pero la hermana de mi Mamá es una señora casada, con una familia bien, tiene hijos, no tendría porque haberme dejado, si tiene 4 o 5 hijos, porque me hubiera dejado a mí, si no soy su hija, entonces, soy hija de su hija, ¡de mi prima!” Pensé eso porque me parecía mucho a ella y es la única persona con la que físicamente encajaba, además era una prima que no me caía muy bien, fue muy enfadosa conmigo, cada vez que íbamos de vacaciones a Monterrey siempre me estaba ofreciendo cosas y me quería llevar a pasear, incluso llegué a decirle a Papá que cuando llegara mi prima por favor le dijera que no, que teníamos otras cosas que hacer, mi Papá solamente sonría y amablemente me preguntaba ¿porqué?, a lo que respondía “no me siento muy a gusto con ella”, él solo sonría y decía, “es tu prima, te quiere y solo es una vez al año” Yo me quedaba con las sensación de, mejor no GRACIAS aunque lo aceptaba, yo tuve ese pensamiento y además llegó a ser muy acertado.

Yo agradezco desde el fondo de mi corazón a mis Papás por todo lo que me dieron, amor, cariño, convivencia sana, cumpleaños felices, en resumen, una calidad de vida excelente llena de todo lo que cualquier niña hubiera querido, sin embargo, desconocer la verdad de ninguna forma evita que lleguen las preguntas como me llegaron a mí y esa verdad siempre la hubiera agradecido así como agradezco todo el amor que ellos me dieron, aún cuando ellos ya no estaban, su amor me dió fuerza para salir adelante en cada situación adversa que se presentó, este amor es el que me llevó a tener la vida plena, llena de amor, siempre con ganas de seguir creciendo y aprendiendo de la felicidad como hoy lo vivo.

Monica Castañeda Urrutia

2 comentarios:

  1. Hola Mónica,

    Estoy encantada de ver que tienes tu propio blog. Lo enlazaré con el mío y te voy a seguir.

    Un abrazo desde España,

    Brenda
    www.adopcionpordentro.blogspot.com

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  2. Mónica, gracias por pasar por mi blog y por invitarme al tuyo. He leído lo que has escrito y realmente las sensaciones entre quienes hemos sido adoptados son tan similares a veces! Lo que rescato es que esta experiencia vivida nos lleva a hacer, a construir, a contar lo que nos pasa para que los futuros papás adoptivos conozcan que pueden sentir sus hijos si la verdad no está presente, si no se habla de la adopción o si se hace a medias. Te felicito por tu blog y lo voy a agregar al mío!
    Un beso grande desde Argentina.

    Patri

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